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La agonía de la vieja política frente al recambio generacional

Que tal queridos lectores, muy buen sábado para todos. Antes de arrancar la jornada, muy temprano pensaba, cuál sería la editorial de hoy. Pues bien, es ahí que me surgió la palabra “recambio generacional” y comencé a imaginarme cuán importante es ese recambio para los partidos políticos, bueno no tarde más de un minuto en llegar a la conclusión, que en su mayoría, los partidos políticos, son nombres, y lo que es peor esos nombres vienen estando desde hace mucho tiempo.

Son parte de la vieja política y les cuesta dar un paso al costado, esto no permitió y no permite que nuevos actores puedan ser protagonistas.

Esa vieja política hoy la profesa claramente el peronismo ceresino, y cuando hablamos de Peronismo, quien se nos viene a la cabeza? Claro, coincidimos, Busquets-Mansilla-Giovaninni.

En este caso particular, los tres referentes del peronismo gobernaron 16 años, no formaron nuevos valores, y esto les costó la derrota, aun derrotados siguen insistiendo y no ceden sus espacios.

Son sus presidentes, son sus propios candidatos, etc. etc. y si suman gente nueva como lo hizo Giovaninni, en una clara diferenciación con Busquets y Mansilla,  en la primera de cambio los abandona.

Bien, analicemos lo sucedido con Giovaninni.

Hoy, ese grupo de jóvenes que una vez estuvo haciendo la campaña con ella como líder, está disperso, cortaron el dialogo, algunos enojados porque terminó la elección y Luisina se juntó con Busquets, traicionando esos ideales que inculcó cuando los convocó que fue “nosotros somos distintos”.

Ese recambio generacional en el peronismo que podría haber surgido desde este sector, se desinfló ante la primera derrota.

Este grupo de jóvenes mantienen reuniones a solas, en casas particulares, donde vuelcan ideas y tienen ganas, pero no las pueden canalizar por medio de sus “lideres” políticos,  porque ese proyecto inicial, ni bien paso la elección se tiró a la basura.

Esto me hace pensar, que Luisina no supo contener a su grupo y cayó en la cómoda, conservar su cargo provincial y dejarle todo el espacio a los históricos del partido.

Ahora solo le quedan algunos que ocupan cargos provinciales como el delegado de educación y los cargos del hospital, pero a medias porque Motura se va en cualquier momento, por esto que le contaba anteriormente. Y de paso adelanto que como administrador del hospital va otro abogado. Si otro abogado para un cargo que requiere a un contador.

Este último ejemplo, la del Hospital digo, hace que Luisina haya pasado de ser la posible renovación del peronismo a ser más de lo mismo.

Por este motivo, ese espacio que le llevó esperanza a las nuevas generaciones del PJ termina totalmente desmembrado.

Con respecto a los actuales “Lideres” del peronismo (Busquets-Mansilla) son los responsables directos de que su partido no tenga caras nuevas.

Este emprendimiento familiar que formaron el Ex Intendente y el ex Presidente del Concejo (suegro-yerno) son la muestra del adormecimiento del peronismo, ese recambio generacional que naturalmente deben tener los partidos políticos, a ellos no les interesa que suceda.

Bueno, esto tiene una razón muy simple, es así como conciben la política, donde uno manda y el resto, o sea la “tropa” obedece.

Ellos mismos se autodefinen como el Concejal y su asesor, donde solo ocupan el lugar para que nadie más lo pretenda, no dejaron que nadie los suceda, y como no forman nuevos cuadros, van a estar hasta sus últimos días, así sea en agonía.

Obviamente que esto al peronismo no le hace bien, no tiene juventud, no tienen proyectos como partido, no ven más allá de las próximas elecciones, y lejos están de contribuir a una sociedad más justa y equitativa para todos.  

El Radicalismo en cambio fue más inteligente, con la llegada de una Mujer al poder, fue cambiando su mirada y paulatinamente fue generándose ese recambio que todo partido necesita.

Le sacó el protagonismo a ese radicalismo enquistado con los históricos, le dio poder a jóvenes militantes en cargos ejecutivos de relevancia y de a poco fue limpiando el camino para que hoy el viejo radicalismo sea solo un buen recuerdo para los pibes.

Esa, es una buena señal, porque hay jóvenes que nos están gobernando, y otros tantos que se están preparando para gobernar. Esto sin dudas es positivo para los partidos, porque cuando se deba suceder a la máxima autoridad, el sucesor estará en el gobierno y Dupouy como líder, no tendrá que salir a buscar afuera, como lo hicieran el radicalismo y el peronismo histórico.

El recambio generacional debe vencer a la vieja política, y creo que el peronismo tiene mucho por trabajar, en cambio el radicalismo parece estar bien encaminado.

José Luis Gorosito