Política

Cuando los candidatos comienzan a callar y las urnas a hablar

El análisis de los posibles escenarios de cara a las elecciones primarias abiertas y simultáneas del 12 de septiembre. 

El próximo domingo los santafesinos vuelven a estar llamados a expresarse en las urnas en categorías electorales de medio término, esto es, a excepción de algunas pocas intendencias, se definirán candidatos a comisiones comunales, concejos municipales, nueve diputados nacionales y 3 senadores nacionales.

Cuanto de enojo habrá dentro de las urnas es una de las preguntas que podrán contestarse el domingo por la noche, observada en el posible mayor ausentismo, el voto en blanco o tal vez en el surgimiento de candidatos supuestamente foráneos en la política.

De estos últimos los hay y variados. Cantantes, boxeadores, periodistas, entre los más visibles. Aunque cueste creerlo por aquellos que repudian el sistema, detrás de ellos hay también un armado político de quienes los miran como emergentes de sectores que buscarán expresarse en esas opciones.

En el plano estricto de los frentes electorales, en la provincia de Santa Fe comenzarán a resolverse por vía electoral liderazgos discutidos en los tres espacios más importantes.

En el Frente de Todos, los sectores que participan incluso del gobierno provincial ocupando cargos y ministerios, discuten la predominancia del Gobernador Perotti. Es así que desde la figura de Agustín Rossi, aunque no la única, pretenden expresar que el peronismo no posee un líder “natural e indiscutido” y que todos son partes más grandes o más pequeñas de un rompecabezas que hay que armar.

En este punto, el desafío más importante es para el propio mandatario, que debe pisar fuerte en su territorio, ganando incluso por un margen que no deje lugar a las especulaciones. Para eso apostó buena parte de su gestión en figuras propias como Roberto Mirabella y de rodeo ajeno, como el propio Marcelo Lewandoski o María de los Angeles Sacnún. De obtener la ansiada victoria, habrá que prestar atención si no se está construyendo también la sucesión del propio Perotti en la Casa Gris.

En Juntos por el Cambio la proliferación de candidatos con 4 propuestas parece haber sido marcado por un posible buen resultado en las elecciones definitivas de noviembre. Santa Fe es un provincia donde, incluso perdiendo Mauricio Macri en las elecciones de 2019 frente a Alberto Fernández, flameó la bandera amarilla del triunfo.

Allí la discusión parece también marcada para definir que dirigentes podrán mirar el futuro con mayor optimismo. Compiten la territorialidad radical de Neo con Maximiliano Pullaro, el conocimiento de Corral en centro norte y de Roy López Molina en el sur, la osada periodista Carolina Losada que hasta se animó a reprocharle a Macri y el “macrista puro” Federico Angelini acompañado por uno de los tanques electorales de 2019, Amalia Granata.

En el Frente Amplio se resuelve la sucesión inmediata del malogrado Miguel Lifschitz. Esto es si quedará en manos de su compañera y candidata Clara García, junto a buena parte de su gabinete en la nómina de diputados o si detrás de la figura de Rubén Giustiniani asoma tempranamente el actual Intendente de Rosario Pablo Javkin. Difícil la elección para el FAP en medio de tanta grieta.

Muchos interrogantes comenzarán a responderse el domingo a la noche, entre ellos el llamado efecto arrastre en los dos cuerpos de boletas de categorías nacionales, donde se supone que la de la izquierda (senadores) pueda traccionar a la de la derecha (diputados) lo que también dejaría desairado a más de un encuestador, sobre todo aquellos que miden intención de voto por separado o la sola imagen de dirigentes.

Cuenta regresiva para la “justa electoral”, momento de reflexión de los ciudadanos, en tiempos donde todos admiten hay deudas no saldadas de quienes han tenido el privilegio de ser ungidos por la confianza de la gente. También los ciudadanos deberán comprender que en la acción de sufragar hay “un derecho”, pero también una “obligación”, la de comprender que entre “los políticos” como en la vida, “hay mejores y peores”.

Por Mario Galopo