En
una reunión realizada en Rafaela
establecieron que las
inundaciones provocaron pérdida
de soja, girasol y pasturas,
caída de la recepción de leche
del 20% al 50% según las
industrias, compromiso
financiero y descapitalización
Con la presencia de más de 50
profesionales asesores privados,
miembros de instituciones,
estudiantes, extensionistas e
investigadores del INTA, se
realizó la reunión organizada
por el grupo Castellanos del
INTA Rafaela ante los nuevos
anegamientos en la región.
El diagnóstico elaborado entre
todos los participantes,
establece que la crisis hídrica
produjo la pérdida de soja,
girasol y pasturas, caída de la
recepción de leche del 20% al
50% según las industrias,
algunos maíces rescatables para
la producción de silo, traslado
de animales, compromiso
financiero, descapitalización
por eventos recientes de
similares características,
incapacidad de endeudamiento.
“Los tamberos que aguantaron
abril no están soportando esto”,
dijeron varios. Como dato,
Marcela Leiva, profesional del
INTA Brinkmann, en Córdoba,
señaló que “tenemos una bolsa de
trabajo de operarios y en estos
días ya vinieron 10 productores
a consultarla”
Napa alta
“Hay que convivir con la napa
alta -dijo Rubén Tosolini,
especialista en el tema de la
Experimental- La depresión del
nivel freático es de por sí muy
lenta y con estos regímenes de
lluvia mucho más. La situación
es realmente preocupante. Como
profesionales, debemos ponernos
a pensar cómo consumir el agua”
El monitoreo de la misma en cada
campo cada 15 días (ya que hay
mucha variabilidad entre ellos)
es una rutina que se debe
incorporar.
Para clarificar, Tosolini
resumió la situación en algunos
puntos:
·Con estos regímenes de lluvia
nos vamos a inundar, y tendremos
un riesgo de anegamiento
permanente.
·Las precipitaciones tienen una
correlación directa con la napa.
La soja influye pero no es la
causa principal de los
anegamientos.
·Suelos deficitarios de arena y
materia orgánica, como los
nuestros, mayoritariamente
limosos, tienden a compactarse.
Una solución posible son las
gramíneas, imposibles con esta
altura de la napa.
Tenemos, entonces, un futuro que
tiene como componente principal
al riesgo, y en estas
condiciones tendremos que
movernos.
Por su parte el Ing. Luis
Romero, ante la pregunta por las
probables siembras en esta época
del año, señaló que “estamos con
posibilidades de sembrar maíz
para picar en mayo. También
sorgo forrajero y moha.
En todos los casos, agregando
Nitrógeno a los suelos en dosis
adecuadas”. Manifestó que
existen pasturas recuperables y
la posibilidad de mezclar
especies, que luego aparecería
como un componente de los
modelos que vayamos diseñando
para los sistema de la región.
También aconsejó que “no se
apuren a hacer verdeos de
invierno asustados por la
situación”
Respecto de los análisis de
alimentos, el ingeniero
clarificó que “los hongos están,
hay que poner el foco en hacer
bien los silos para evitar que
se estresen y produzcan
micotoxinas” |